Tiempo decimal: la vida en un mundo donde nuestros días se dividen de manera diferente
Betty Barber reseña The Clockwork Conspiracy de Sam Sedgman
En una época en la que las teorías de la conspiración se vuelven locas, este thriller de ficción invita a algo más que la curiosidad de su público objetivo adolescente. Escrito por el autor londinense Sam Sedgman, un autodenominado “nerd y entusiasta aficionado a los trenes”, The Clockwork Conspiracy es una historia sobre el impacto potencial de una nueva ley para decimalizar el tiempo en el Reino Unido. Según Miriam, una de las parlamentarias de la novela, la ley “simplificará la forma en que medimos las cosas [y] hará del Reino Unido un líder en investigación científica”.
El plan suena bastante inocuo: un día se dividirá en 10 horas, cada una de 100 minutos, siendo cada minuto de 100 segundos. La nueva ley propuesta no está completamente en el ámbito de la ficción; después de todo, el tiempo decimal fue el estándar legal en Francia durante la Revolución Francesa.
Sin embargo, antes de que el proyecto de ley se debata en el parlamento, el renombrado horólogo Diggory desaparece del campanario del Big Ben. Su hijo Isaac comienza una búsqueda para encontrar a su padre, asistido por la recién conocida compañera en el crimen, la rebelde Hattie.
Además de aprender sobre las personalidades de los protagonistas, los lectores adquieren conocimientos sobre temas de los que de otro modo podrían saber poco. Diggory, por ejemplo, aclara la mecánica de los relojes, Isaac proporciona información sobre las ciencias y Hattie arroja luz sobre cómo funciona el parlamento mientras los ayuda a llegar al fondo de la desaparición de Diggory.
Gracias a su inclinación por la exploración, estamos al tanto de la reunión ultrasecreta de los Cronometradores, el grupo responsable de monitorear y proteger el tiempo, que se celebra nada menos que en el Observatorio Real, sede de la Hora Media de Greenwich y el Primer Meridiano. Es una aventura emocionante mientras nuestros protagonistas navegan por Londres para superar los obstáculos de las tramas.
Para reforzar la plausibilidad del tiempo decimal como una amenaza para nuestra vida cotidiana, Sedgman se refiere a varios eventos históricos significativos, incluido el movimiento sufragista, la introducción de la libra decimal en 1971 y el Millenium Bug. La cronometradora Penny explica la amenaza de la nueva ley a los niños: “El tiempo es como el agua… puede ser mal utilizado”.
La novela retrata diferentes perspectivas que rodean el proyecto de ley de una manera muy equilibrada. Estos incluyen las opiniones de los Cronometradores (que desaprueban el proyecto de ley), los Maquinistas (que se rebelan contra él con vandalismo) y los parlamentarios (que misteriosamente lo apoyan). Es un enfoque que permite a los lectores apreciar los diferentes puntos de vista y la lógica detrás de ellos.
The Clockwork Conspiracy utiliza datos divertidos para impulsar la trama y enseñar a los lectores sobre el tiempo y la historia del cronometraje, sin que se introduzca torpemente información potencialmente seca. En medio del suspenso, la novela destaca la importancia universal de la amistad, la familia y la integridad personal. A pesar de estar dirigido a los niños, ofrece una visión de la mecánica de la sociedad en general. Por lo tanto, es un libro que puede ser disfrutado por lectores de cualquier edad.
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Traductor: Simone M. da Cunha (insta: sc_idiomas)