Retirar los vehículos viejos antes no ayudará a salvar el planeta, según este estudio
15 de Mayo de 2024 por Faye Holst
Limitar la vida útil de las flotillas de vehículos de trabajo ligero (LDV en inglés) es poco efectiva cuando se trata de atacar el problema de las emisiones de gases de invernadero, y podría incrementar los costos y el uso de materiales, revela un nuevo estudio publicado en Environmental Research: Infrastructure and Sustainability. La investigación muestra que, pese a que los LDVs contribuyen 17% a las emisiones de gases de invernadero en Estados Unidos, imponer un límite de 15 años a la vida útil de los vehículos de pasajeros bajo un escenario de cotidianidad, no resultará en una reducción significativa a las emisiones de gases de invernadero.
Para combatir la adopción tardía de vehículos eléctricos, hay quienes han argumentado en favor de limitar los años útiles de servicio de los vehículos; una práctica que se conoce como “cota de vida útil”. Sin embargo, este estudio también encontró que, si bien las cotas de vida útil pueden acelerar la adopción de los vehículos eléctricos, lo hacen con un costo que excede los cálculos del costo social de la huella de carbono. A pesar de ofrecer beneficios como la reducción de los gases de invernadero, entre otros, acelerar la adopción de vehículos eléctricos podría amplificar algunos de sus efectos negativos, como el uso de materiales cruciales y el incremento en la ecotoxicidad relacionado con la producción de baterías.
Según este estudio, las cotas de vida útil solo son efectivas cuando se implementan junto con objetivos de ventas agresivos y estrategias complementarias, como puede ser la reducción de emisiones de la red eléctrica, mejoras al consumo de combustible, y reducción de emisiones al producir los vehículos para incrementar los beneficios en cuanto a la emisión de gases de invernadero a la vez que reduce los costos de abatimiento.
El equipo, liderado por investigadores de la Universidad de Toronto, usó el modelo FLAME (Fleet Life Cycle Assesment and Material Flow Estimation), junto con cálculos de datos sobre costos y análisis de sensibilidad para las curvas de supervivencia de los vehículos eléctricos, incluyendo datos sobre degradación de baterías, para evaluar la efectividad y el costo-beneficio de imponer cotas de vida útil para reducir las emisiones de gases invernadero producidas por las flotillas de LDVs en EE. UU.
“Las cotas de vida útil pueden ser una herramienta poderosa para acelerar los beneficios de las nuevas tecnologías vehiculares, en particular cuando se trata de reducir las emisiones de gases de invernadero, pero también pueden incrementar los costos. Nuestros resultados muestran que, si bien son útiles en ciertas situaciones, las cotas de vida útil están mejor posicionadas para ser usadas dentro de una estrategia integral para atacar el problema de las emisiones de gases de invernadero en el transporte”.
Heather MacLean, Profesora de la Facultad de Ciencias Aplicadas e Ingeniería en la Universidad de Toronto
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