Estudio: Hallazgos muestran que los sitios existentes de extracción de petróleo, gas y carbón deben cerrarse para permanecer dentro de 1,5° C
Detener la extracción de petróleo, gas y carbón no es suficiente, hay que cerrar prematuramente las plantas de extracción ya construidas, advierte un nuevo estudio publicado hoy en Environmental Research Letters.
El estudio concluye que, en ausencia de captura o eliminación de carbono a gran escala, casi 40% de las reservas de combustibles fósiles desarrolladas necesitan permanecer en el suelo para mantener el límite de 1,5 ° C al alcance.
La investigación proporciona la primera evaluación completa de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) comprometidas o “bloqueadas” de las plantas de extracción de combustibles fósiles existentes y aprobadas. Es el primer estudio revisado por pares que amplía el reciente hallazgo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de que no se pueden desarrollar nuevas minas de carbón o yacimientos de petróleo y gas con un límite de calentamiento de 1,5 °C.
“Nuestros hallazgos muestran que detener nuevos proyectos de extracción es un paso necesario, pero aún no es suficiente para permanecer dentro de nuestro presupuesto de carbono que se reduce rápidamente”, dijo el coautor principal, Greg Muttitt, del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible. “Algunas licencias y la producción de combustibles fósiles existentes tendrán que ser revocadas y eliminadas de forma anticipada. Los gobiernos tienen que empezar a abordar de frente cómo hacer esto de una manera justa y equitativa, lo que requerirá superar la oposición de los intereses de los combustibles fósiles.”
El equipo, dirigido por investigadores de Oil Change International y del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, utilizó una base de datos comercial de más de 25 mil yacimientos de petróleo y gas y desarrolló un nuevo conjunto de datos de minas de carbón en nueve de los mayores países productores de carbón. Utilizando estos datos, estiman que los yacimientos y las minas desarrollados podrían dar lugar a emisiones acumuladas de 936 Gt de CO2 si sus reservas se agotan y queman por completo. Estas emisiones comprometidas superan en un 60% el presupuesto de carbono restante para 1,5 °C y agotan el presupuesto restante para mantenerse muy por debajo de 2 °C, el límite superior del Acuerdo de París.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático advirtió recientemente que algunas infraestructuras de quema de combustibles fósiles deben retirarse pronto para mantenerse por debajo de 1,5° C. Este nuevo estudio revela que las emisiones “bloqueadas” de las inversiones existentes en la extracción de combustibles fósiles pueden ser aún mayores, lo que justifica una atención política equivalente. En la cumbre del clima COP26 celebrada en Glasgow, varios gobiernos lanzaron la alianza Beyond Oil & Gas Alliance, comprometiéndose a poner fin a las nuevas licencias para la exploración y producción de petróleo y gas, una de las medidas políticas necesarias identificadas en el estudio.
“Nuestro estudio refuerza que la construcción de una nueva infraestructura de combustibles fósiles no es una respuesta viable a la guerra de Rusia contra Ucrania”, dijo la coautora principal Kelly Trout de Oil Change International. “El mundo ya ha explotado demasiado petróleo, gas y carbón. Desarrollar más causaría niveles más peligrosos de calentamiento, si se extrae completamente, o crearía una mayor escala de activos en desuso.”
El estudio revela que Rusia, con sus grandes reservas desarrolladas de petróleo, gas y carbón, representa el 13% del total mundial. Casi el 90% de las reservas de combustibles fósiles desarrolladas se encuentran en solamente 20 países, encabezados por China, Rusia, Arabia Saudí y Estados Unidos, seguidos de Irán, India, Indonesia, Australia, Canadá e Irak.
“Mientras los gobiernos trabajan para reducir su dependencia del petróleo, el gas y el carbón rusos en respuesta a la crisis actual, deben reconocer que el desarrollo de nuevas reservas en otros lugares lleva años y no compensará la escasez a corto plazo”, dijo el coautor Roman Medelevitch, del Ӧko-Institut. “En la medida de lo posible, los gobiernos deberían aprovechar las señales del precio de la escasez para impulsar medidas de suficiencia y eficiencia y promover fuentes de energía renovables.”
El estudio señala que, al dejar de conceder nuevas licencias o permisos para la exploración o extracción de combustibles fósiles, los gobiernos podrían evitar que se consoliden aún más las barreras legales y políticas, a las políticas de mitigación, y minimizar los activos en desuso. “Cada nueva mina de carbón, pozo de gas o yacimiento de petrolero que se desarrolla, profundiza el enredo político con la industria de los combustibles fósiles. El aumento de la escala de puestos de trabajo e inversiones relacionados con la extracción no hace más que dificultar la gestión por parte de los gobiernos”, dijo el coautor Thijs Van de Graaf de la Universidad de Gante.
“Nuestra investigación también debería ser una señal de advertencia para las empresas que cotizan en bolsa y sus inversores de que las reservas que están en los libros para ser desarrolladas no pueden ser desarrolladas para mantenerse por debajo de 1,5°C. Las empresas de combustibles fósiles que afirman estar alineadas con el Acuerdo de París y que necesitan hacer la transición de sus negocios principales, necesitan acelerar sus planes de transición”, dijo el coautor Dimitri Lafleur de Global Climate Insights.
El estudio no intenta responder a la pregunta de qué reservas desarrolladas de carbón, petróleo y gas deben ser desmanteladas y cuáles “encajan” en el presupuesto de carbono de 1,5°C, señalando que para ello es necesario abordar cuestiones de equidad entre y dentro de los países. Un documento reciente elaborado por investigadores del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático concluye que los países más ricos y económicamente más diversificados deberían eliminar progresivamente su producción de petróleo y gas antes de 2034 para facilitar una transición mundial equitativa dentro del límite de 1,5 grados.