Estudio: “El cielo no es el límite” para la geoingeniería solar

12 Abr 2022 Mike Wells

Existen límites prácticos para la altura a la que es posible liberar aerosoles en la atmósfera para desviar la luz solar y contrarrestar el calentamiento global. Las inyecciones a gran altitud pueden ser más efectivas, pero intervenir el clima de esta manera presenta un aumento tanto en costos como en riesgos, según una nueva investigación publicada hoy en Environmental Research Communications.

Este reporte es el primero en evaluar la seguridad y la relación costo-beneficio de esparcir aerosoles a una altitud de 25 km, dando seguimiento a un importante estudio realizado en 2018 que analizaba el tipo de tecnologías que podrían hacer de la geoingeniería solar una realidad. El reporte responde de manera directa a una pregunta planteada por la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos en un estudio histórico realizado en marzo de 2021, en el cual se observa la necesidad de investigación adicional para determinar qué tan viable es el depositar aerosoles por encima de los 20 km.

Wake Smith, el autor principal del estudio, comenta: “Esta conclusión debería de alterar la manera en que se ejecutan los modelos de intervención climática a nivel global y muestra que al diseñar programas de geoingeniería solar, es necesario considerar los límites prácticos en función de la eficiencia radiativa”.

Durante la última década ha habido estudios prominentes que mencionan que la liberación de aerosoles estratosféricos a una altitud de 25 km sería más efectiva que hacerlo a 20 km. Como consecuencia, quienes se dedican a hacer modelos del clima tienden a incorporar estos datos a sus estudios. Como referencia, los aviones comerciales y militares suelen volar a una altitud de 10 km, mientras que la zona de los 20 km pertenece a los aviones y drones de espionaje. La planeación necesaria para realizar cientos de miles de vuelos al año para implementar la geoingeniería solar a altitudes que son inaccesibles incluso para la élite de aviones de espionaje no solo incrementaría los costos, sino que también presentaría riesgos a la seguridad de los tripulantes, las aeronaves y el público en general.

Según Smith, “Existe un techo en el cielo por encima del cual las aeronaves tradicionales no pueden operar. La meta de 25 km sobrepasa ese techo”.

 

Traductor: Pedro Díaz